"Traidores, perjuros y renegados; los odiamos a todos".
Una promesa, un alma escapa con su último aliento.
Por la noche, las aguas mostraban una calma sepulcral. La superficie estaba tan inmóvil que podía llegar a confundirse con un cristal oscuro en el que se reflejaba el firmamento estrellado. La luz de la luna lo teñía todo de un tono frío y plateado, pero su resplandor se apagaba poco a poco.
La sangre que manaba de su cuerpo contrastaba con el blanco inmaculado de la piedra. Su espada yacía a su lado, con el filo hecho pedazos. Sus asesinos se alzaban como sombras a su alrededor, pero él solo la veía a ella, que le devolvía la mirada con ojos ciegos. En ellos vio reflejada su cara ensangrentada. Estaba tendido de costado. Su respiración era cada vez más débil.
El desarrollo de Kalista comenzó tras disiparse la humareda del lanzamiento de Jinx. El equipo de campeones afrontaba un nuevo reto. Años de tiradoras nos habían dejado con un lenguaje formal muy similar y pistolas, arcos (e incluso pistolas-arco) a montones. Se instaló un consenso: había llegado la hora de crear una tiradora con un enfoque distinto.